Esta vez, el mensaje no viene de otro plano, sino de este, este es el mensaje que le dejó una perruna, quien está entrando a su vejez, a su humana:
"ella está obsesionada con que estemos bien, aun por sobre su bienestar, debe haber un equilibrio, a eso se le llama "soltar", soltar no es dejar de preocuparse ni olvidarlo, sino que es preocuparse en la medida justa que no nos dañé, limite ni condicione, es cumplir nuestro rol de compañeros, yo he sido buena compañera, espero lo pueda aprender también"
"Ella se queda pegada intentando evitar lo inevitable, sufrir es inevitable, está bien si nos ponemos tristes, pero no podemos dejar que eso nos impida avanzar, hay que aprender a gestionarlo de otro modo"
"¿Y quién te cuida a ti? Si eres tú quien nos cuida a nosotros, no sirve de mucho, sino estás cuidándote a ti, la razón de tu vida no debemos ser nosotros, sino tú misma, eso es algo más que debes aprender"
"al momento de mi trascendencia, no quiero tantas cosas, ni atención, mi vida ha sido tranquila y deseo que mi muerte también lo sea, es lo más coherente, sin tantos médicos ni traslados, lo más calmada posible, no creas que no podrás hacer algo por mí, pero yo espero que se respete mi voluntad, que se haga lo suficiente, pero si todo empeora, que me dejen ir, sin caos, cuando llegue ese momento, déjenme ir"
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